Nuevas pistas sobre el evento de Chelyabinsk y otros superbólidos
Prensa histórica clave para determinar el origen y la frecuencia de los superbólidos
Distribución de noticias en el New York Times. Una de las bases de datos utilizadas para esta investigación. Fechas corresponden a la posición del sol en 2013.
· El análisis de la frecuencia de observación de superbólidos y grandes bólidos (meteoros o bolas de fuego más brillantes que la Luna Llena) muestra como existen fechas con mayor frecuencia de estos fenómenos, de igual manera que ocurre con las lluvias de estrellas fugaces. Es una prueba directa de que la Tierra cruza órbitas de pequeños asteroides, muchos aún no descubiertos, que podría impactar contra la Tierra.
· Investigadores y estudiantes de la Universidad Complutense bucearon en los fondos bibliográficos y hemerotecas de periódicos nacionales e internacionales como el New York Times, El País, ABC o el desaparecido El Liberal.
· Los resultados preliminares fueron presentados el pasado mes de mayo en el XXI Congreso Estatal de Astronomía celebrado en Granada (http://goo.gl/Ngwshw).
Madrid, 16 de diciembre de 2014. Un equipo de investigación del Departamento de Astrofísica y Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Complutense, con la colaboración de estudiantes de la Facultad de Ciencias Físicas, han elaborado un catálogo de grandes bólidos registrados en la prensa en los últimos 200 años. Sus datos muestran como algunas fechas presentan mayores tasas de estos eventos. Los resultados preliminares fueron presentados el pasado mes de mayo en el XXI Congreso Estatal de Astronomía celebrado en Granada.
La digitalización de los fondos bibliográficos de muchos periódicos ha puesto a disposición de los investigadores una vasta cantidad de información histórica sobre fenómenos poco frecuentes como son los superbólidos ( fenómenos muy energéticos, en el rango de los kilotones, algunos tan brillantes como el observado en Chelyabinsk, Rusia en febrero de 2013). Este trabajo forma parte de un programa de iniciación a la investigación para estudiantes de Física y aficionados a la astronomía de la Asociación de Astrónomos Aficionados de la UCM (ASAAF).
Este estudio muestra cómo estos fenómenos son poco frecuentes, pero algunos tienen fuentes identificables pues viene de corrientes de materia formadas por estos cuerpos en el rango entre centímetros y metros. Si bien no son peligrosos para la Tierra pues se consumen en casi su totalidad, complementa el estudio de los cuerpos más grandes que son más difíciles de estudiar al ser menos numerosos pero difíciles de descubrir.
Entre las fechas en se han encontrado una sobreabundancia significativa de superbólidos destaca el 12-13 de febrero. Por lo que todo indica que Chekyabinsk fue solo uno de los más masivos de una misma familia de grandes meteoroides. El 21-23 de julio es otra de las fechas señaladas, siendo asociados a esta lluvia los famosos bólidos del 17 de julio de 1773, 20 de julio de 1860, 20 julio de 1891 (meteorito de Guareña) y 23 de julio de 2001.
Actualmente los estudiantes están completando la base de datos con fuentes de los siglos XVIII, XIX, XX y XXI, y comparando sus resultados con los de otras técnicas para su publicación, como objetivo final del programa de introducción a la investigación científica.
Equipo: Alejandro Sánchez de Miguel (UCM), Francisco Ocaña (UCM), Sandra Zamora (ASAAF), Carlos E. Tapia (ASAAF), Alejandro Santamaría (ASAAF), Abel de Burgos (ASAAF), Clara Lorenzo (ASAAF), Marina Tsvetanova Petrova (ASAAF) y Guillermo Herráiz (ASAAF).